jueves, 13 de octubre de 2011

Hambrientos

Lo que pienso.
Siempre deseo importante
lo que pienso
cuando lo realmente grande
es pensar.
La importancia es circunstancial
y personal.
¡Qué le importará
a un adolescente negro
de los que están hambrientos
un trocito de arte
o que el Guggenheim sea de titanio!
¿Y a un payo?
¿Y a un gitano?
Si todos tienen hambre
creo que todos prefieren
saludar al panadero,
o al frutero,
o visitar el cubo de la basura.
¿Te sorprende?
Déjame que lo piense.

Hipócritas de la vida y de la usura
no tenemos cura.
O sí. Yo creo que sí.
Ya que lees
también depende de ti.

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