si resbalo da igual si subo o bajo,
me caigo.
Es lo más probable
aunque con suerte me equilibro
y salvo los huesos de un batacazo.
Sin suerte quien escribe se cae,
me derribo.
Ya veremos más tarde
si se rompe el peldaño
o la cabeza grande,
a él no le importa nadie,
a la cabeza le importa ella
y si el mármol se agrieta,
por no pagarlo.
El peldaño estaba mojado.
Siempre pensando en las pesetas.
¡Qué miseria!
De mármol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario