martes, 8 de octubre de 2013

Incongruencias

Batallas por debajo del estiércol
los hombres contra los hombres,
las espadas oxidadas de hierro
en la miseria de cerebros pobres.
Así es este cielo
elegido por un dios mediocre
con estruendos de cuerno
en el Jericó viejo
y tintineos de oro noble
en las catedrales del nuevo orbe.

Si dios ideó un Edén del cielo
se escapó de él corriendo
después de equivocarse.
Sigo camino en este valle
en el que el oro llena las catedrales
y un filo rasga las gargantas
si el hijo de Dios se enfada.
En eso fue la alquimia de la Palabra
aunque hermoso es su verbo.

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