domingo, 29 de diciembre de 2013

El tiempo

El tiempo,
trozos de vida que pasan
escondidos en migajas,
el segundo que late sin disfrutar
fibrila sin son en el universo
y nunca más se ha de recuperar,
o eso creo.

En un momento
infinitos tiempos,
entre infinitas posibilidades
todas se han de fugar
menos una, la tuya,
un tiempo para mirar.
Que ningún segundo se escape,
que todos sean de la felicidad cuna.

Hacer de las yemas que duelen
placer de un cerebro que siente,
hacer de las yemas que no duelen
placer de Reyes.

Acariciando los recuerdos.

Siendo una la pregunta que me hicieron
entre todas las respuestas
me detengo
para disfrutarla entre las letras.
Que corra el tiempo mientras se escriben ellas.


martes, 24 de diciembre de 2013

Pupilas en Navidad

Porque quiero que seas feliz
te deseo felicidad
sin olvidarme de sonreír
sintiendo que también sonreirás,

porque nace un día nuevo
te deseo toda la libertad
para que quede tu corazón lleno
y repartas con los demás,

porque no me gusta la guerra
te deseo paz,
no paz clueca
sino la paz sin heridas de verdad,

porque quiero darte la mía
te pido tu amistad
para sumar tu sonrisa
en el granero de mi felicidad.

Además es Navidad,
que brinquen tus pupilas de alegría
y, sin pedir más,
con tu mirar compartas y lo digas.

Es grande  el placer al saludarte,
Lisardo Sobrino Fernández.


viernes, 20 de diciembre de 2013

Rincón y sol

 
Cuando llegué eras muñeca,
bonita muñeca por cierto
que vestía en el color de la rosa
mientras Picoteaba letras.
¡Que me enseñaron tantas cosas!

Después fuiste sonrisa
y sonrisa sigues siendo,
una sonrisa hermosa
que yo preciosa considero,
y golosa, y virtual, y galana,
la más galana de Picotea
dibujando siempre con cariño las palabras.

Guadalupe García Rincón,
{lupe} para los amigos,
y yo que quiero serlo, lo soy.
 
Con cuatro letras te doy un beso
y con todas las letras te felicito el año entero.
Con cariño. 
 
 

domingo, 15 de diciembre de 2013

Agotada la carga de la inteligencia

Agotada la carga de la batería.
Es cosa extraña
no solucionar enseguida
un problema con la batería
que tienen todas las empresas.

Miro una pequeña planta
de hojas verdes y frescas
y toda la energía que necesita
la bebe sin problemas.
Creo que no posee inteligencia.

Es posible que el ordenador que me rige
se apague repentinamente
si me falta el alpiste
o los electrones de la compañía eléctrica,
aunque me vanaglorie de mi inteligencia.

Dependiendo de actividad monetaria
la cuestión acaba resultando triste
y si de ello depende la muerte
incluso tétrica.
También en ello influye la inteligencia.

Hierba, te dicen sin inteligencia,
no sé si te molesta que te pisen
ni en qué piensas,
sé que creces verde y fresca.
¡Qué bien vives!

jueves, 5 de diciembre de 2013

Ya no hay billete

Viajando en tren
ya no hay billete
y si lo hay yo no lo uso,
uso una tarjeta que no es electrónica
en una máquina sin boca
y afónica,
pero que funciona como si lo fuera,
con electrones que se transmitieran
o algo que se le parece mucho,
que ya me entero poco de estas cosas
tan modernas.
¡Lo que hay que ver!

Aprender.
Mi tarjeta es el billete
y con ella, sin llevar dinero encima,
me cobran,
parece una maravilla.
Ha pasado la revisora
y con una maquinita que sí es electrónica
revisa que pasé mi tarjeta por la máquina
expendedora
que no expende nada.
Casi me da la risa
mientras, tontito,
escribo estas palabras.
Viajo a la moda, para mí el último grito.

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